domingo, 7 de septiembre de 2014

Guía de actividades a realizar durante el viaje


Bitácora, diario de viaje

“... literatura, viajero, subjetividad y territorio constituyen el espacio en el que el viaje se materializa en la escritura.”
Pilar Seoane Schelotto y Gilda Selis

Actividad a realizar durante el viaje
Deberán escribir su diario de viaje a la Mesopotamia. Diariamente, registrarán en un texto narrativo las actividades desarrolladas a lo largo de cada jornada; sus impresiones, sensaciones, anécdotas y cualquier tipo de comentario personal sobre la experiencia del viaje. Además, en los textos que redacten tendrán que establecer relaciones con las expectativas planteadas por el grupo.

El género: la literatura de viaje
A lo largo de la historia, dentro del marco de posibilidades que ofrecían la tecnología y los instrumentos en cada época determinada, los viajeros estaban interesados por transmitir y compartir experiencias vividas y que estas, de alguna manera, permanecieran en la memoria colectiva y sirvieran para la difusión del conocimiento. Estas motivaciones son las mismas que mueven al viajero hoy en día. El objetivo de hoy es el mismo: «compartir», porque como expresa Rivas (2006): «Narrar un viaje es algo connatural al propio viaje», o en palabras de Belenguer (2002: 14): «Viajar y contarlo después parece algo inseparable. Así lo han hecho todos, o casi todos los viajeros a lo largo de la historia». Los libros de viajes conforman un género literario que ha gozado de una enorme popularidad durante siglos. Por lo general se entiende como «libro o diario de viajes» el relato no ficticio escrito en primera persona que describe un viaje a través de un lugar con observaciones sobre el paisaje, la geografía, la flora, la fauna, los habitantes, la historia y las costumbres del país y región. 

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La obra que más ha contribuido a configurar el libro de viajes moderno y que ha generado el mayor número de imitadores ha sido el Libro de las maravillas del mundo, de Marco Polo. Cuando se realizaba un viaje se llevaba un cuaderno de notas, donde se apuntaban todos los datos, sucesos, emociones y demás experiencias vividas. Luego se procesaban estas anotaciones y se elaboraba un texto. Esta técnica pervive en la actualidad, como lo hicieron en su día Heródoto o el propio Julio César, Hernán Cortés y tantos otros viajeros. Estas notas de viaje, que son textos de reducida extensión, se organizaban en sentido cronológico, de manera que cuando un viajero de la antigüedad comenzaba a anotar los sucesos del día, lo primero que escribía era la fecha o, en caso de ignorarla, al menos un sencillo «Día 6», por ejemplo. 

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Hoy se sigue haciendo así. La aparición de Internet ha supuesto un nuevo soporte que encaja perfectamente con la lógica y la estructura del diario de viaje: el blog. Hoy, además, la crónica escrita puede acompañarse de otro tipo de contenidos, gracias a las novedosas herramientas de la web 2.0 para la creación, gestión y difusión de contenido como son fotografías y videos, mapas, infografías, etc., con la ventaja de que puede publicarse en cualquier momento, siempre y cuando se disponga de un ordenador y una conexión a Internet. Cabe destacar, además, que la interacción con el lector llega a su máxima expresión a través de comentarios, mensajes privados, chats y otras vías, que es la verdadera novedad del blog con respecto a los libros de viajes.
Fragmento de “Oralidad en las bitácoras de viaje 2.0”, de María Enriqueta Pérez Vázquez.


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El diario es un género que tiene determinadas características. Desde el punto de vista de la temporalidad, el diario selecciona un acontecer temporal muy pequeño (lo ocurrido en un día o en parte de un día): una anécdota, una observación, una impresión o la combinación de éstas, un recuerdo, un proyecto, un descubrimiento, una curiosidad, una reflexión, etc. La división del diario en jornadas da cuenta de esa temporalidad. Desde el punto de vista de la enunciación, es uno de los géneros del yo, es decir escrito en primera persona, que se combina con los deícticos espacio-temporales del aquí y el ahora. Supone un destinatario (nadie escribe solo para sí mismo), y ese futuro lector será quien reciba y aprecie el testimonio del yo.
Fragmento de “Propuestas para el aula”, Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente, Ministerio de Educación de la Nación.

Estilo personal y subjetividad
Dado que está escrito en primera persona y en tanto se dirige a un lector que no ha atravesado por la experiencia del viaje, la subjetividad está muy presente en el diario de viaje, ya que podría considerarse como un género conversacional (Calsamiglia y Tusón, 2007). Como en la crónica y el reportaje, se da la noticia matizada por la visión personal del autor del diario de viaje, favoreciendo la relación de familiaridad con el lector, lo que permite emitir juicios acerca de lo que escribe, comunicar una visión del mundo y del viaje (Calvi, 2006: 23). La expresión, entonces, es libre, tanto de las emociones y sentimientos como de la ideología del autor (religiosa, política...). 

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 A la subjetividad, característica de lo conversacional, se añade una característica temática típica de este discurso, como es el contar retazos o detalles de su vida personal.
Fragmento adaptado de “Oralidad en las bitácoras de viaje 2.0”, de María Enriqueta Pérez Vázquez.

La bitácora como encuentro entre culturas
Es interesante tener en cuenta que los autores de los diarios de viaje o blogs perciben de determinada manera la cultura del lugar de cada uno de sus destinos y utilizan estrategias para transmitir esa percepción. Según Jurewiez, la literatura de viaje “Se caracteriza por una hibridación de géneros y estilos así como por una gran subjetividad por parte del narrador. Además, comienza a cambiar su área de interés desplazándose desde una especificidad biológica y geográfica hacia el campo de la antropología cultural de los lugares que los exploradores recorren. Ya no se trata de ofrecer un listado de accidentes geográficos sino una división cultural del lugar. A finales del siglo XIX, en los relatos comienzan a prevalecer las representaciones sociales y la comunicación social”.
Las bitácoras son discursos que forman parte de una práctica social que se transforman en espacios de interacción entre culturas. Por eso, en los diarios o blogs de viajes, la relación texto-geografía es fundamental. Es muy frecuente encontrar en ellos una descripción densa de las regiones tanto en el aspecto territorial, como poblacional, climático y económico. Generalmente, recurren a lo conocido para describir lo desconocido.
Por estas razones, el relato de anécdotas suele ser muy interesante para observar cómo se representa socialmente tanto el autor del diario como los otros sujetos con los que se encuentra en el viaje. La anécdota es un recurso muy común que permite según Van Dijk, “determinar el modo en que se expresan, implican y comunican persuasivamente ciertos estereotipos y prejuicios”. Mediante una anécdota, los autores de diarios y los usuarios de blogs dan cuenta de las costumbres culturales de los habitantes, más allá del paisaje.
Fragmento adaptado de “La interculturalidad en las bitácoras de viaje online”, de Pilar Seoane Schelotto y Gilda Selis.




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Algunos ejemplos

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Aniko Villalba es la autora de un blog de viajes: viajandoporahi.com. Así se presenta: “Soy Aniko, autora de este blog desde el 2010. Viajo lento y escribo de cosas y lugares que me inspiran, también cuento cómo es la vida de una nómada digital y de vez en cuando hago catarsis. Además saco fotos, autopublico mis libros y camino bastante. Adicta a los cuadernos y al movimiento”.


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Los autonautas de la cosmopista o Un viaje atemporal París-Marsella (1982) es un diario de viaje escrito en coautoría por Julio Cortázar y Carol Dunlop. Ambos recorrieron la Autopista del Sur que lleva de París a Marsella (Francia), solo que lo hicieron en treinta y tres días, obligándose a detenerse en cada parador para viajar muy lentamente en un camino creado para la velocidad.

Pautas para la escritura del diario de viaje
Utilizar la primera persona del plural (nosotros) para narrar.
- Tener en cuenta que el diario de viaje está dirigido a un lector que no viajó, por lo cual deben ser muy claros, ordenados y detallistas.  
- Ordenar cronológicamente las actividades del día: en un diario de viaje, la temporalidad es muy importante: ordenarla y especificarla.
- Se deben incluir en los relatos algunos paratextos (imágenes, folletos, entradas a parques y museos, mapas, etc.) con sus respectivos epígrafes (suele utilizarse el gerundio para armar dichos epígrafes).
- Las descripciones deben ser subjetivas, en las que se utilicen verbos (en general, pretérito imperfecto) de movimiento, de percepción física o sensorial y de percepción emotiva. Las descripciones son de dos tipos: el paisaje (que suele realizarse en tiempo presente) y otra dinámica y expresionista en la que predominan las sensaciones y los sentimientos. No olvidar que el foco es la actividad del viajero.
- La narración del viaje debe ser dinámica, atenta a los detalles significativos, intensificando la acción. Puede acelerarse el ritmo narrativo a partir de la acumulación de acciones, con frases directas y breves que representan los pensamientos del autor. En cuanto al tiempo verbal, se usa el pretérito imperfecto (modo indicativo). Se usa el pretérito perfecto simple (modo indicativo) para la narración de hechos históricos.
- Incluir al menos una descripción literaria del espacio, utilizando adjetivaciones, metáforas y otros recursos literarios, como lo hace Horacio Quiroga en sus cuentos.
- Indicar con claridad el itinerario, es decir, el recorrido de los lugares por los que pasan: señalar provincia, ciudad/pueblo y espacio concreto que se visita (por ejemplo, Parque Nacional Iguazú, Establecimiento Las Marías).
- En cada día narrado, detallar algún hecho (anécdota, reflexión, descubrimiento…), que será el foco de la narración de esa jornada. Esto es importante: el diario de viaje no debe ser una mera lista de las acciones realizadas, sino una narración con introducción, desarrollo y cierre.

Actividad a realizar después del viaje
    A partir de los registros que tienen, realizar una bitácora de viaje en formato de video, armada a partir de fotos y fragmentos filmados del viaje y que resulte una síntesis de todo lo vivido en la semana. Tal como lo hicieron en el diario que escribieron, precisar los lugares por los que pasaron y en qué fecha (pueden dar esa información registrando su propia voz en off, a través de carteles, apareciendo ustedes mismos, etc.). Registrar tanto los momentos de traslado como las estadías, tanto los paisajes naturales como el entorno social, tanto aquello llamativo como los detalles que conforman el lugar.  
    Ejemplo de bitácora de viaje audiovisual:
Viaje a Malasia: https://www.youtube.com/watch?v=BMzeAbB7uOY
- Duración del video: mínimo 5 minutos.
- Fecha de entrega: viernes 9/10 (presentación en 5º A) y martes 13/10 (presentación en 5º B).
   

Bibliografía consultada
. Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente, Ministerio de Educación de la Nación: “Propuestas para el aula. Lengua. Polimodal”. Recuperado de: ftp://ftp.me.gov.ar/curriform/propuestas/lenguapoli.pdf
. Pérez Vázquez, María Enriqueta: “Oralidad en las bitácoras de viaje 2.0” en Normas (Revista de Estudios Lingüísticos Hispánicos), Nº 4 (año 2014), ISSN 2174-7245. URL Revista: http://www.uv.es/normas OPEN JOURNAL SYSTEMS:
http://ojs.uv.es/index.php/normas/index Universidad de Bolonia-Forlí.
. Seoane Schelotto, Pilar y Selis, Gilda: “La interculturalidad en las bitácoras de viaje on line”. Recuperado de:
http://perio.unlp.edu.ar/seminario/IX_congreso_virtual/nivel_II/ponencias_C3/Seoane_Selis.doc.





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